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domingo, 6 de julio de 2014

La Sonrisa Interior


(por Mantak Chia)

La Sonrisa Interior es una poderosa técnica de relajación y autocuración, en la que utilizamos la energía de la felicidad y el amor como un lenguaje para comunicarnos con los órganos internos del cuerpo. Una sonrisa auténtica transmite energía amorosa, que posee el poder de calmar, equilibrar y sanar. 
Si aprende a sonreír internamente a sus órganos y glándulas, todo su cuerpo se sentirá amado y apreciado. La Sonrisa Interior comienza en los ojos y el entrecejo. Los primeros se relacionan con el sistema nervioso autónomo, el cual, a su vez, está conectado a todos los músculos, órganos y glándulas.

Siendo una de las primeras partes del cuerpo en recibir señales, los ojos hacen que la actividad de órganos y glándulas se acelere en situaciones de estrés o peligro y se normalice una vez que la crisis ha pasado. Cuando los ojos se relajan, activan el sistema nervioso parasimpático y hacen que el resto del cuerpo también se relaje.

Cuando activamos la energía amorosa, percibimos el flujo descendente de la energía de la Sonrisa Interior a lo largo de todo nuestro cuerpo, como si fuera una cascada. Esta es una herramienta muy poderosa y efectiva para eliminar el estrés y la tensión.

Cómo practicar la Sonrisa Interior

Cada fase de la Sonrisa Interior se compone de tres partes vitales. En primer lugar, debe dirigir su consciencia hacia una parte específica de su cuerpo. En segundo lugar, sonría a esa parte y envíele un sentimiento genuino de amor, gratitud y aprecio por mantener su cuerpo sano y funcionando sin problemas. En tercer lugar, sienta cómo se relaja y le sonríe esa parte de su cuerpo.

1.- Asuma la postura Wu Chi (que se describe en el capítulo 5) o siéntese en el borde de una silla con las manos juntas y colocadas cómodamente en el regate. Observe su respiración hasta que se vuelva fluida, silenciosa, profunda, uniforme, tranquila y suave.

2.- Relaje la frente e imagine que está en uno de sus lugares favoritos del mundo. Recuerde las imágenes, sonidos y sensaciones de ese lugar hasta que las perciba vívidamente con el ojo de su mente. Imagine que encuentra súbitamente a uno de sus seres queridos. Visualice a esa persona sonriéndole en forma adorable y radiante. Déjese acariciar por la calidez de esa sonrisa como si se tratara de los rayos del sol y absórbala con su mirada. Sienta cómo sus ojos se relajan y responden con una sonrisa.

3.- Imagine el Chi curativo de la naturaleza -la fresca energía de las cascadas, montañas y océanos- como si fuera una nube dorada de energía benévola y amorosa frente a usted. Nosotros le llamamos energía atmosférica del Plano Humano Superior, mezcla del Chi Celeste y Terrestre o fuerza de las Partículas Cósmicas. Dirija la fuerza de la sonrisa de sus ojos hacia la energía de las Partículas Cósmicas que le rodea y absórbala a través del entrecejo. Sienta cómo su frente se relaja y se extiende. Gire en espiral la energía en el interior del entrecejo y perciba cómo amplifica el poder de su sonrisa.

4.- Deje que la consciencia de la sonrisa fluya por sus mejillas, por los músculos de su mandíbula, su lengua, su cuello y su garganta, tranquilizando y relajándolo todo a su paso.

5.- Sonría al timo y al corazón. Siéntalos abrirse como flores al amanecer y rebosar de amor, alegría y felicidad.

6.- Sonría al resto de los órganos sólidos: pulmones, hígado, páncreas, bazo, riñones, órganos sexuales y aparato reproductor. Agradezca a cada uno de ellos el trabajo que realizan para mantenerlo vibrante y saludable. Con esto concluye la primera Línea de la Sonrisa Interior.

7.- Vuelva la consciencia a sus ojos y recargue la energía de su sonrisa. Absorba más luz dorada de la fuerza de las Partículas Cósmicas.

8.- Enrolle la lengua dentro de su boca hasta que acumule algo de saliva. Sonríale y traslade la energía de la sonrisa y de la luz dorada hacia ella para transformarla en un néctar curativo.

9.- Trague la saliva en dos o tres degluciones fuertes. Haga que su consciencia la siga a través del esófago, sonriendo a su paso y sintiendo cómo el néctar curativo calma y refresca ese conducto. Continúe sonriendo al resto del tracto digestivo: estómago, intestino delgado, vesícula biliar, intestino grueso, recto, ano, vejiga, y uretra. Agradezca a esos órganos el trabajo que realizan para darle energía por medio de la ingestión, la digestión, la
absorción y la eliminación. Con esto concluye la Línea Segunda o Intermedia de la Sonrisa Interior.

10.- Traslade la consciencia a sus ojos y recargue su sonrisa. Conéctese nuevamente con la luz dorada de la fuerza de las Partículas Cósmicas.

11.- Sonría a su cerebro, a sus hemisferios izquierdo y derecho, al tálamo y a las glándulas pituitaria y pineal. Sonría a cada una de las vértebras de su columna, agradeciendo su labor en la protección de la médula espinal y el soporte de la estructura esquelética. Con esto se completa la Línea Tercera o Posterior de la Sonrisa Interior.

12.- Vuelva su consciencia a los ojos una vez más y recargue la energía de su sonrisa.

13.- Sonría a todo su cuerpo, particularmente a aquellas partes que estén cansadas, enfermas, doloridas, débiles, vacías o tensas. Báñelas con el néctar curativo de su consciencia sonriente.

14.- Finalmente, sonría a su ombligo y recoja en él toda la energía.

Hombres: Hagan girar la energía en espiral hacia afuera, de izquierda a derecha, comenzando en el centro del ombligo. Deben dar 36 giros. Cuide de que el diámetro exterior de la espiral no sea mayor que el de una toronja. Si realiza el giro por encima del diafragma, provocará un flujo excesivo de energía en el corazón y sobreestimulará sus emociones, mientras que si lo hace por debajo del hueso púbico, enviará demasiada energía a su aparato reproductor, el cual la eliminará mediante la eyaculación (o el flujo menstrual si es mujer). Cuando haya concluido los giros de izquierda a derecha, gire 24 veces hacia adentro en la dirección contraria, terminando en el centro del ombligo.

Mujeres: Gire en espiral de manera similar a la descrita en la sección anterior, pero comience girando de derecha a izquierda, hacia afuera desde el ombligo, y gire luego hacia adentro de izquierda a derecha.

biografia: La estructura interna del Tai Chi. Mantak Chia & Juan Li. ed. Sirio. 5ª edición.

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