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jueves, 5 de febrero de 2015

Dieta y Nutrición


La comida y la bebida son necesarias para nutrir la vida. Pero si se ignora que las naturalezas de las diversas sustancias pueden ser opuestas entre sí, y se las consume juntas indiscriminadamente, los órganos vitales pierden su armonía y no tardan en presentarse desastrosas consecuencias. Por consiguiente, quienes deseen nutrir sus vidas deben evitar cuidadosamente inflingirse este perjuicio.
[Chia Ming, El conocimiento esencial para comer y beber, 1368]



Una de las grandes  ventajas de aprender de Tao consiste en que sus principios básicos son aplicables a todo, desde lo macroscópico hasta lo microscópico. En el caso de la nutrición, el principio fundamental taoista de mantener el equilibrio entre el Yin y el Yang se aplica armonizando las Cuatro Energías y los Cinco Sabores de los alimentos.

Las Cuatro Energías de los alimentos son calor, tibieza, frescor y frío. Estas categorías definen la naturaleza e intensidad de la energía que se libera en el organismo humano al ser digerida la comida. Los alimentos calientes o tibios corresponden a Yang; los frescos o fríos corresponden a Yin. Los primeros son estimulantes y generan calor, mientras que los segundos son calmantes y refrescan los órganos.

Los Cinco Sabores constituyen una distinción más sutil, basada en las Cinco Actividades Elementales: dulce (tierra), amargo (fuego), agrio (madera), picante (metal) y salado (agua). Cada uno de los Cinco Sabores posee una "afinidad natural" por uno de los cinco órganos "sólidos" Yin y su correspondiente órgano Yang: el sabor dulce influye en Pancreas/Estómago; el amargo se mueve hacía el Corazón/Intestino Delgado; el agrio tiene afinidad con Hígado/Vesícula Biliar; el picante afecta a los Pulmones/Intestino Grueso, y el salado se asocia con Rinñones/Vejiga.

Los efectos terapéuticos de las Cuatro Energías y los Cinco Sabores son los siguientes:


  • Los alimentos Yin frescos y fríos calman los órganos vitales y están recomendados para los menús estivales, así como para combatir las enfermedades Yang "calientes" tales como la fiebre y la hipertensión. Entre los alimentos Yin figuran la soja, los brotes de bambú, la sandía, los nabos, la col, las peras, la cidra y los limones.
  • Los alimentos Yang tibios y calientes estimulan los órganos vitales, generan calor corporal y están recomendados para consumo invernal, así como para mitigar las enfermedades Yin "frías" como la anemia, los escalofríos y la fatiga. Entre los alimentos Yang se cuentan el buey, el cordero, el pollo, el alcohol, los mangos y los chiles.
  • Los alimentos "tierra" de sabor dulce dispersan la energía estancada, favorecen la circulación, alimentan la energía vital y armonizan el estómago. El maíz, los guisantes, los dátiles, el ginseng y el regaliz son ejemplos de esta clase de alimentos.
  • Los alimentos "fuego" de sabor amargo, como el ruibarbo y el limón amargo, tienden a secar el organismo, contrarrestan el exceso de humedad y depuran los intestinos.
  • Los alimentos "madera" de sabor agrio, como las aceitunas y las grasas, son astringentes, tienden a solidificar el contenido del canal digestivo, combaten la diarrea y constituyen un buen remedio para el prolapso de colon.
  • Los alimentos "agua" de sabor salado, como las algas, ablandan y humedecen los tejidos y facilitan los movimientos intestinales.
  • Los alimentos "metal" de sabor picante, como el jengibre, el ajo y los chiles, neutralizan y dispersan las toxinas acumuladas en el cuerpo.

Los taoistas equilibran sus dietas buscando combinaciones de energías y sabores que resulten favorables y evitando escrupulosamente las combinaciones inarmónicas. Además, también evitan el consumo excesivo de cualquier tipo de energía alimenticia con exclusión de las demás. Por ejemplo, el consumo frecuente y excesivo de comidas Yang grasas y "calientes" pueden dar lugar a fiebre, ardores, congestión, opresión en el pecho y otros desagradables efectos del "exceso de energía calurosa". Y, como este exceso de "calor maligno" trata de escapar del cuerpo, pueden aparecer forúnculos y abscesos. Demasiada comida picante puede provocar perturbaciones gastrointestinales, perjudicar el estómago y producir hemorroides. Aún los alimentos más frescos pueden resultar inútiles desde el punto de vista de la nutrición cuando se consumen en combinaciones que perjudican la digestión, causan putrefacción y fermentación, dificultan la asimilación y provocan conflictos en la energía interna.


Trofología: La Ciencia de Combinar Los Alimentos

En comparación con el concepto taoísta de equilibrio, la idea occidental de una "dieta equilibrada" resulta simplista y superficial. Los médicos occidentales recomiendan a todo el mundo que "tome un poco de todo en cada comida", mezclando elementos tan dispares como la carne, leche, féculas, grasas y azúcar. Un consumo de comida tan indiscriminado no es muy distinto a llenar el depósito de un automóvil con una combinación de gasolina, gasoil, alcohol y azúcar. Una mezcla así no podrá arder eficazmente, proporcionará poca potencia y no tardará en atascar el motor a tal punto que le será imposible seguir funcionando. En nuestro idioma, el Yin/Yang de la dieta se conoce como "trofología".

A continuación mostramos un tabla de clasificación de los alimentos y otra de la forma correcta de combinarlos según esta ciencia.





Indicaciones Generales en la Alimentación:


  • No tome más de una comida diaria a base de proteínas animales concentradas.
  • Tome al menos una comida diaria a base de alimentos crudos, y procure que al menos el 50 % de su alimentación diaria consista en alimentos crudos.
  • Observe las normas básicas de combinación de alimentos en todas sus comidas.
  • Evite comer entre otras.
  • Evite la leche pasteurizada y sus derivados, así como los huevos cocidos. Pero si come estos productos, cómalos sin nada más.
  • No empiece a comer nada más levantarse de la cama por la mañana; espere al menos una hora, y utilice esta hora para hacer ejercicio. Por la noche, no cene justo antes de acostarse; la última comida debe ser de 2 a 3 horas antes de irse a la cama.


Biografía: El Tao de la Salud, el Sexo y la Larga Vida. Daniel Reid. Editorial Urano









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